El DIABLO te SANA, pero te COBRA "TODO". Que nadie consulte BRUJOS, ADIV...

De todo nos sana el Señor. No tenemos por qué poner nuestra confianza en el demonio.


Lamentablemente, ante cualquier malestar que NO pueda detectar o solucionar la "medicina", la gente acude inmediatamente a los curanderos y espiritistas con tal de alcanzar lo anhelado: su tranquilidad y su aparente sanidad. Y después que el demonio los deja bien arruinados, RECIÉN SE LES OCURRE ACUDIR A DIOS.

Y esto sucede, porque la gente está acostumbrada a recibir las cosas de manera “rápida” y que sean “fáciles de obtener”, sin importar que esto implique derrochar MUCHO DINERO.
Ese es el camino que te propone el diablo, lo fácil y lo rápido, sin sacrificios… para que sea más atrayente a la persona.

Y de verdad que a la gente no le importa soltar un MONTÓN DE DINERO al curandero, con tal de obtener resultados inmediatos. Pero cuando se trata de colaborar con el Reino de Dios en este mundo, y aún sabiendo que LA OFRENDA GENEROSA NOS DA SALUD Y PERDONA INCLUSO PECADOS, CÓMO DUELE A VECES COLABORAR CON LA IGLESIA DE DIOS !!!

Para el diablo, “MANOS LLENAS”…. “Sin importar la cantidad”.
Para DIOS, “MANOS VACÍAS”… Y ni siquiera por agradecimiento!!! Por tantas cosas que el Señor nos da…

Dios, que nos concede la “sanidad” del cuerpo y del alma, busca siempre el bienestar de todas sus criaturas.
Pero por el bien de la persona (para que no se vuelva a perder), Dios nos pide siempre “SACRIFICIOS Y MUESTRAS” de que realmente la persona tiene toda la intención de volver su rostro a Dios, para que no vuelva a caer en los mismos pecados, por el bien de su alma.

Dios nos ofrece el camino del SACRIFICIO, que implica agarrarnos de la iglesia, de perseverar en ella y en los sacramentos, de experimentar el poder de la oración para liberarnos de las heridas que el pecado nos dejó, y de poner nuestra confianza en Él. Pero como a la gente no le gusta oír la palabra “SACRIFICIO”… El diablo, como es astuto, se vale de eso para atraer almas y perderlas, porque sabe que al ser humano le gusta “lo fácil, lo rápido”, y él sí te lo va a conceder a tu gusto...

Nada le costaría a Dios concedernos favores y milagros de manera instantánea y sin sacrificio. Lo malo está en que nadie APRENDERÍA la lección, porque toda enfermedad tiene siempre un POR QUÉ.
Al concederse facilidades, cualquiera volvería nuevamente al pecado.

Algo que lo obtienes con sacrificio (como es la salud), lo terminas por valorar… e incluso no vuelves a caer en los mismos errores, pero algo obtenido fácilmente, no trae ningún aprendizaje consigo.

La salud que Dios te conceda, la aprenderás a valorar cuando hayas experimentado el camino del “sacrificio”. Mas la salud obtenida por curanderos, no te llevará a nada, sino que mas bien te impondrá una “carga espiritual” a tu alma y un “malestar” posterior a tu cuerpo.

PORQUE… El DIABLO también sabe SANAR, pero después, te lo COBRA "TODO".
El demonio no hace nada gratis (te lo cobra en tu salud) y mucho menos hace favorcitos para ver FELIZ a la gente.

Hay enfermedades que Dios permite para nuestra conversión, para que nos acerquemos más a él, no para que te alejes más de él y vayas a los curanderos.

En su mayoría, las enfermedades son ORIGINADAS por una “carga espiritual acumulada”, producto de los pecados que lleva nuestra alma, por los “pecados no confesados”… muchas veces porque la gente, no los considera “pecados” y simplemente los obvia, los olvida… y por eso, no los confiesa… por ignorancia.

Toda carga espiritual (acumulada), se quita a punta de oración (del Santo Rosario). Rezar de manera individual y grupal a favor del enfermo; y a eso, agregarle los sacramentos.
Ese es el camino que Dios te propone.

Recuerdo que en uno de sus libros, el Padre Gabriele Amorth, escribió sobre la experiencia que tuvo al interrogar al demonio preguntándole: ¿A cuántos posees?? ¿Son muchos??...

Y el maligno le contestó a través del poseído: ¿No te basta con ver a cuántos poseo en los manicomios??

Más clara no puede ser la respuesta...

Si en vez de llevar a los manicomios a las personas, la gente tuviera un poco de "caridad" y llevaran a sus enfermos a grupos de oración para que recen por ellos, verían la Gloria de Dios y no habría tanta gente olvidada en los manicomios, terminando por ser “Nidos” de espíritus malos.

Por si no lo saben, la locura es el RESULTADO de la acumulación de pecados de: IRA, RENCOR, ODIO, SOBERBIA, RESENTIMIENTO Y FALTA DE PERDÓN. Todo eso acumulado, por falta de confesión, hace "NIDO" en la persona hasta llevarla a la LOCURA.

Y quiénes son propensos o presa fácil para adquirirlo??
Pues está más que obvio... La gente que tiene CARÁCTER FUERTE y que no persevera en el camino de Dios, porque los católicos practicantes sí se confiesan sus faltas (seguido) y no acumulan pecados de ese tipo.

Pero lo más lindo de todo, es que para Dios y para todo creyente, la LOCURA, ESQUIZOFRENIA, o como quieran llamarlo, tiene cura.

Por supuesto que es curable, realizándose en primer lugar, oraciones de liberación (El Rosario de la Sangre Preciosa que va de la mano con el Rosario a María Santísima).

Porque a una persona en un estado mental "malo", no le vas a pedir que se confiese y mucho menos que comulgue. Se empieza por la oración, liberando a la persona y para que sea consciente de todo lo que hace. Por lo pronto, se pide perdón a Dios por los pecados del enfermo (haciendo oraciones de reparación), hasta que el enfermo acepte la invitación de confesarse y pueda comulgar. También se deben usar sacramentales exorcizados con el enfermo.

Si la persona (desde un principio), está en posibilidades de confesarse... se empieza por eso, y después se procede a realizar las oraciones de liberación (a diario y en grupo).

Se debe mandar hacer misas por el enfermo (diario) y comulgar por su salud y pronta liberación. Cuanto más se rece a diario por el enfermo (de preferencia de manera GRUPAL), más pronto será su liberación.

De acuerdo a la cantidad de la CARGA ESPIRITUAL, también dependerá el tiempo de liberación… pero al fin y al cabo, se salva a la persona…
Lo peor sería abandonarla a su suerte, porque el psiquiatra sólo optará por DOPAR a la persona, mas NO la cura... prácticamente la vuelve, un fármaco-dependiente.

No hay enfermedad que NO pueda curar Dios.
Hasta los vicios quita el Señor.
Es el propio hombre quien se pone “obstáculos”, quien no se sacrifica, quien no colabora, quien no pone de su parte, quien no pone su confianza en el Señor y busca siempre el camino más “práctico” y encima “ineficiente”.

La gente que no sabe cómo actuar cuando tiene un enfermo mental, termina por mandar a su enfermo al psiquiatra…
Claro, la gente que tiene plata se deshace del enfermo rápidamente. Y cómo ayudas al pobre??
Acaso el psiquiatra es quien tiene la última palabra??
Para un ateo, sí.
Para un creyente, NO.
He conocido a gente que se ha librado de la LOCURA, a punta de oraciones de liberación y hoy, son guerreras de oración.

Los que sí han experimentado el poder de Dios en sus vidas, sin intervención médica (y estoy hablando de males psiquiátricos, cáncer, brujerías y hasta del SIDA), bien saben que cualquier mal, lo sana el Señor. Pero el tiempo de sanación lo determina sólo Dios. Y es primordial saber, qué oraciones rezar para combatir al mal “DE RAÍZ”. De eso saben bastante los del Ministerio de SANACIÓN E INTERCESIÓN.

Yo recomiendo, el rezo diario del Santo rosario y la Devoción a la Sangre Preciosa de Jesucristo.
Por qué?? Porque no se trata de rezar cualquier oración, se trata de conocer qué oraciones actúan como ARMA DE LIBERACIÓN. Y el Rosario a la Sangre Preciosa es PODEROSO en cuanto a Liberación, libera de todo tipo de mal, sea corporal o espiritual.

Cuanto más fuerte sea la enfermedad, más oración grupal se tiene que hacer a diario (por el enfermo), más confesión, más comunión, unción de enfermos y el uso de sacramentales (mucho mejor si son exorcizados).

Nada pueden hacer los médicos sin la ayuda de Dios…
Uno puede terminar por morirse en un quirófano y confiando siempre en su doctor. En quien tenemos que confiar es en Dios.

Jesucristo, que es el Médico de Médicos, es quien dirige las manos de los doctores, si "CONSAGRAMOS SU LABOR Y SUS MANOS” a DIOS (en oración). Sólo así salen las cosas bien.
Y al final de una operación exitosa, a quien tenemos que agradecer es a Dios (en primer lugar).
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Recuerdo que 7 años atrás, en una oportunidad cuando asistí al Salón Claret (en la Parroquia San Miguel Arcángel), estuvo entre los enfermos presentes, un muchacho sin bautizar (por ser evangélico), quien había absorbido la CARGA ESPIRITUAL de una casa infestada. Aquel muchacho, fue liberado con una sola oración fuerte y grupal, realizada por el equipo de intercesión del Padre Manuel Rodríguez. Al terminar la oración, el equipo de oración, terminó por aconsejar a la madre del muchacho, que le realice un “bautizo de emergencia” a su hijo.

Entonces, si eso hace el poder de la ORACIÓN GRUPAL, qué no hará por otros enfermos, el Señor??

Y es que cuando el mal obtenido, no es por causa de pecados cometidos por la persona afectada, Dios obra prontamente.
Mas si el mal obtenido, es por causa de muchos pecados y falta de conversión de la persona, Dios se encarga de pulir y moldear en “humildad” al alma del enfermo, para que alcance la sanidad y su propia salvación a través de un tiempo determinado por Él.

El Señor obra de acuerdo a la fe del enfermo y de los que oran por él, pero también se manifiesta más, donde hay más hambre de Dios, por eso, no dudemos en asistir a Jornadas de Sanación, Misas para enfermos, Grupos donde rezan por los enfermos, NO abandonar los Sacramentos, usar mucho los Sacramentales y perseverar en la Oración diaria… Más aún, cuando se está enfermo.

Todo eso, te da la sanidad que necesitas.

Los invito a ver esta página, está bien interesante:
http://www.benditasalmas.org/admin/files/Entrevista-al-P.-Gabrielle-Amorth-exorcista.pdf