La adoración es sólo a Dios, al Santísimo Sacramento

Valiente, Rafael Díaz, predicador católico, que Dios lo bendiga por defender la FE católica.


Este vídeo me recuerda mucho a una discusión que mi madre y yo, tuvimos contra un grupo de protestantes. Cerca de mi casa, los evangelicos se pusieron a hablar mal de los católicos y estaban en plena pista con sus sillas bien puestas, escuchando por los parlantes a su pastor, que a toda voz hablaba mal de los católicos y de las procesiones que hacemos los católicos, a la Virgen María y a los santos.

Mi madre montó en cólera, y fue a aclararles muchas cosas a viva voz. Yo fui tras ella, y comenzó la discusión... A los pocos minutos, terminamos por estar rodeadas por todos los protestantes que se encontraban ahí. Dos católicas contra 25 protestantes (aprox), felizmente que no fueron más. Pero Dios fue en nuestro auxilio, y también nos defendimos con textos de la biblia. Sin embargo, lo que más me apenó escuchar, fue enterarme que aquel pastor, cuando se estaba preparando para ser sacerdote, siendo diácono, abandonó la Iglesia Católica para volverse protestante. Cómo se nota que nunca creyó en el milagro de la Eucaristía, por eso le tumbaron su fe rápidamente.

La discusión era de nunca acabar... pero al parecer, luego de 30 minutos de discusión (aproximadamente), el Señor habría mandado a sus ángeles en nuestra defensa, pues sin motivo alguno, los protestantes comenzaron a dispersarse... Incluso en un momento, la esposa del pastor antes de retirarse, me dijo: "No te tengo miedo a ti, sino al que está detrás tuyo"... Yo no vi a nadie, pero comprendí que seguro sería San Miguel Arcángel quien se estaría haciendo presente, porque es a quien más invoco a diario.

...Al final, cómo se habrían sentido aquellos protestantes, pues desde aquel día, no volvieron a hablar mal de los católicos "en plena vía pública". Cuando camino por el mismo lugar, los veo metidos en su local.... ya no salen...

Hay que saber tomar "al toro por las astas" y nunca permitir que manchen el Nombre de María Santísima (especialmente en nuestra presencia).

Quien no defiende a la Virgen Santísima, viendo aún cómo la atacan... ése no la ama de verdad.

No se trata de evitar líos con el otro. Se trata de defender tu FE y a la Madre de Dios, que también es nuestra madre.